Foto Acebo
Partiendo de esta foto que saqué, elijo el motivo para situarlo en la tapa de nuestra caja, dándole gran parte del protagonismo en el conjunto. Pirograbaré todo el perfilado, y mas tarde usaré pintura acrílica para darle colorido. Intentaré obviar el exceso de blanco en las hojas para hacerlas destacar sobre la madera de la tapa, que ya es bastante blanca de por sí.
Comenzamos a pirograbar todos los contornos, para ello utilizo los dos tipos de puntas que os muestro en la siguiente fotografía. La tapa es de una madera relativamente poco veteada, no así los laterales que veremos mas adelante.
Estas dos puntas tienen sus cantos afilados, lo que me permite penetrar a través de las vetas para poder hacer las líneas quemadas de forma uniforme. Si hubiese utilizado las puntas redondeadas no penetrarían bien al encontrar una veta, y el quemado no sería tan uniforme. Continuamos perfilando las hojas...
La caja elegida es de tipo joyero, con una tapa que se levanta dejando paso a un compartimento que he forrado en rojo. El truco del forrado, me lo enseñaron dos grandísimos hermanos artesanos de nivel, y a los que les agradezco mucho la técnica (la cual no voy a desvelar). :-)
En el frontal, se aprecia escrito con lápiz el nombre de la persona destinataria de la caja, y que más tarde tambien pirograbaré. De momento termino de forrar el cajóncito, y luego seguiré con el dibujo del acebo.
Una vez forrada vamos de nuevo a la tapa para continuar con el Acebo. Que por qué no empecé forrando primero y pirograbando después?, pues porque el orden de los factores no altera el producto en este caso. Al pirograbar, forrar, y continuar dibujando, el trabajo se me hace más ameno. Continuamos.
Una vez perfilado todo el Acebo, me voy a centrar en los laterales de la caja. El motivo escogido, es un arabesco que me evoca motivos florales, lo pirograbaremos primero, y pintaremos después. La madera de los laterales es mucho más abrupta, y posee numerosas vetas que se resisten a ser grabadas. Lo cierto es que esta zona me esta costando mas trabajo que el dibujo de la tapa, pues la posición que tengo que adoptar, las múltiples líneas curvas del dibujo, el reducido espacio que tengo y las resistentes vetas, hacen que tenga que añadir una dosis extra de paciencia y atención.
Batalleando, consigo grabar el motivo en la madera. He tenido que andarme con ojo en cuanto a la tamperatura que ponía en el potenciómetro, pues si me quedaba corto no atravesaría las vetas y si me pasaba, podía quemar en exceso aquellas zonas de lineas curvas y cerradas que debía marcar con la punta del pirógrafo. Hubo que buscar un equilibrio. A continuación, fotografía de uno de los laterales ya pirograbado. El otro lateral lleva el mismo dibujo.
A continuación, una vez hayamos pirograbado todos los motivos, lo siguiente es pintarlos con pintura acrílica utilizando pinceles muy finos, pues hay zonas a las que es muy dificil acceder para colorearlo.
Detalle lateral
Tapa superior
Caja pirograbada y pintada
Una vez terminada, le aplico un barniz incoloro y mate con el fin de proteger la caja y alargar los años de duración.
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